Jonander Castaños
Arranco el torneo de selecciones más importante de la confederación de futbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf) llamado la “copa oro” donde el campeón de este año será el representante de dicha organismo a la copa confederaciones Brasil 2013.
El torneo comienza con los escándalos de corrupción de su presidente Jack Warner y su posterior suspensión por parte de la FIFA tras supuestamente haber ayudado a Mohamed Bin Hammam, comprando votos a dirigentes caribeños para ganar las elecciones del órgano rector del futbol mundial, tras este acontecimiento las riendas de la concacaf fueron asumidas por el Barbadense Lisle Austin que días después de su pronunciamiento fue suspendido del cargo por el comité ejecutivo de concacaf por abuso de poder y ahora el hondureño Alfredo Hawit, asumirá las funciones de presidente interino.
Además este torneo pierde brillo cuando en todas sus ediciones, un solo país (absoluto) ha albergado y organizado la copa, ¿por qué no se expande la copa y se le brinda la oportunidad de organizar el torneo a otros países que no sean los Estados Unidos?, en 1993 y 2003 la competición fue organizado conjuntamente por México y Estados Unidos pero; ¿por qué no se le otorgan la responsabilidad solo a México o a otro país Centroamericano o Caribeño?, ¿o es que la Concacaf no cree en la capacidad de organización de sus otros afiliados?
Otro punto a considerar es el sistema de clasificación para esta copa, donde los países caribeños agrupados en la Unión Caribeña de Fútbol (organismo subordinado de la Concacaf) que agrupa a 30 federaciones solo tienen derecho a 4 cupos en la copa oro igualmente pasa con la Unión Centroamericana de Fútbol (otro organismo subordinado de la Concacaf) que tiene 7 confederaciones afiliadas y otorga 5 cupos al máximo torneo regional, y ni hablar de los 3 países miembros de Unión Norteamericana de Fútbol (actualmente sin actividad) donde por ser 3 países tienen su cupo asegurado sin necesidad de hacer eliminatorias como el resto de las 37 asociaciones
Sin dudas es una copa sin brillo
